Acerca de El libro Brevísima y verdadera historia del Almirante y su primer viaje.

Estimada María Zamparelli:
Con agrado te cuento que terminé de leer tu libro en el avión que me traía de regreso a Puerto Rico. Tu libro es un libro viajero tal como el alma de la historia que cuentas. Me acompaño durante mis días de asueto, fiel a mis deseos me transportaba a España cada vez que lo abría. Bien a las cortes de los reyes Isabel y Fernando, bien a catacumbas de la rábida o a los puertos donde el futuro triste de los moros y judíos corría peligro, o a las tabernas. Disfruté mucho tu prosa poética. Montas las palabras en el viento, en los olores o en el incienso para que lleguen hasta nosotros desafiando el tiempo y el espacio. Tuve que subrayar en muchas oportunidades frases que me parecieron geniales:
“Sobre las mejillas sudorosas se les adherían los mechones de pelo como sueños negros”. Pg 43
“Con las artes de un mercader árabe había vendido a la Corona esta alfombra tejida con sueños y codicia en la que partirían al amanecer” Pg. 26
“Observó los delicados montículos que se plasmaban entre la tinta y el papel blanco, la frontera entre el silencio y la palabra.” Pg. 45
Estos son solo pequeñas muestras de mis muchos subrayados para destacar las palabras hermosas que a mi parecer brotan del texto para ilustrar tu probada vocación de escritora.
Conocemos la historia de Cristóbal Colon desde la escuela elemental, recitamos desde la más tierna edad poemas con el nombre de las tres carabelas y debatimos al llegar a la madurez el beneficio (si lo hubo) de la llegada de Colón. Pero nunca había observado la historia desde el punto de vista de la intriga, el papel no siempre generoso de la iglesia y los hilos de poder que se movieron detrás de los puertos que anclaban las carabelas.
No se donde trazar la línea que separa tu creación de la historia real. El titulo de tu libro me responde: VERDADERA historia del Almirante y su primer viaje…
¿Pero hasta donde ha de creérsele a un escritor? ¿donde se distingue la frontera entre la historia y la creación palpitante? No dudo de tu investigación exhaustiva de la materia. Se siente una atmosfera tan real entre tus páginas que paseamos por la época, podemos ver los vestidos de la reina con mangas bordadas de perlas, prendemos las velas para iluminarnos y nos ocultamos entre las sombras para ser testigos a contraluz de las intenciones de los personajes, de los secretos y de los planes; de los asesinatos cometidos con rosarios cristianos o con las sotanas de la inquisición bien entre rosales perfumados o entre los vapores de las bebidas espirituosas.

Mi personaje favorito es por supuesto Fátima, la hija de Colón que se negó a su destino de mujer de la época para terminar en la alcoba o el convento, y armándose de valor se vistió de hombre para viajar junto a su padre.
El personaje más odiado es por supuesto el sádico y asesino Fray Tomas Torquemada representante de la inquisición, con su horrenda verruga en la nariz, sus cilicios ocultos y sus intrigas a nombre de la iglesia. ¿Me gustaría saber si existieron realmente estos personajes? Sin embargo existieron para mi durante la historia y eso me basta.
Tu libro me deja con hambre, quiero lanzarme al mar junto a Colón para gritar el ¡Tierra a la vista!. Quiero regresar con el triunfo y ver si las maquinaciones de Torquemada se cumplen. De cierta forma se las respuestas pues están escritas en la historia, pero extraño que las continúes narrando con tus palabras dibujadas y perfectas, unas adornadas de encaje y otras llenas de salitre y sangre.

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