Las amistades peligrosas de Pierre Choderlos de Laclos
 
       ¿Qué viene primero, el huevo o la gallina?   ¿Qué viene primero, el escritor o su obra?  La lógica nos dice por supuesto que primero nace un escritor y luego este crea su obra. Sin embargo yo diría que la obra nace primero, flota en el ambiente buscando al escritor preciso con la sensibilidad suficiente para atraparla y plasmarla en el papel. Las obras literarias son un reflejo de la sociedad que las engendra, un producto esperado y necesario y cuando un autor lo retrata de forma precisa, atreviéndose a ponerlo en papel y cuando las personas de esa sociedad se identifican y ven en palabras lo que sabían en el fondo pero no lo habían visto tan claro como en ese momento en que leen la obra y cuando el escritor expresa lo que el lector sentía pero no se atrevía a decir, o lo que les ardía y les arde:  Se consigue que ese lector no pueda dejar de leer.  Es entonces cuando una obra encuentra su momento cúspide, su fama, su gloria y se queda para siempre. Esto es lo que se siente ante el éxito de Pierre Choderlos de Laclos cuando en el año de 1782 en Francia,  publica su obra “Las amistades peligrosas”. Éxito rotundo que se enmarca dentro de las novelas eróticas, filosóficas y psicológicas  del siglo de las luces.
     Choderlos lo sabía, su proyecto consistió en según sus propias palabras: “escribir una obra que se salga de lo corriente, que haga mucho ruido, y que siga resonando sobre la tierra cuando yo haya muerto” y mira que se cumplió su deseo, su obra es una de las obras maestras de la literatura del siglo XVIII y es actualmente considerada como una de las novelas mas conocidas del mundo. Pierre Ambroise Choderlos de Laclos fue un escritor tan escandaloso que se le puede comparar con el marqués de Sade o Restif de la Bretonne.   Su novela, de una verosimilitud exquisita, retrata a la nobleza de la época, dentro del contexto cultural del despotismo  ilustrado. Los reyes y nobles defienden una practica ilustrada del poder y tratan de rodearse de filósofos y pensadores pero diríase que solo se trata de una preocupación por el reflejo moral y no por una genuina intención de hacer reformas favorecedoras para el pueblo y aunque se supuso cierto avance con respecto a las tiranías despóticas anteriores, fueron sistemas de gobierno aun enmarcados en la concepción absolutista.  Los Aristócratas  se divertían aun con frivolidades y banalidades que son retratadas en la novela de Choderlos a través de sus personajes que interactúan a través de correspondencia. Una manera muy innovadora, ágil y llena de dinamismo que no aburre. Sus personajes principales son analizados psicológicamente al expresar sus mas íntimos pensamientos y deseos en sus cartas mas personales. Toda la novela esta presentada de forma epistolar.
       Los personajes de la obra actúan de una forma totalmente amoral. La obra se resume en un conjunto de intrigas y engaños con el único propósito de la seducción vil y sus consecuencias. A través de sus personajes principales, El Vizconde Valmont y la Marquesa de Merteuil , se maquinan planes perversos de seducción solo con la finalidad de la venganza, abolir el tedio y retarse uno al otro. Los sentimientos que expresan los personajes son fingidos o disimulados, no se actúa con la verdad y los planes son maquinaciones infernales destinadas a corromperse moralmente unos a los otros
       Desde el prefacio del libro, su autor se muestra conciente de la polémica que generará la obra, y sabe que a muchas personas no les gustara la obra, sin embargo afirma que es una obra útil, cito sus propias palabras en la tercera página del prefacio del libro, para que resulte más explicativo :
“La utilidad de esta obra, que acaso será mas disputada, me parece no obstante, mas fácil de probar. Creo, a lo menos, que es hacer un servicio a la moral el descubrir los medios que emplean los que tienen malas costumbres para corromper a los que las tienen buenas; y pienso que estas cartas podrán contribuir eficazmente a ese objeto”
Es conveniente en este punto citar a José Luis Sebastian López cuando en su libro “Felicidad y erotismo de la literatura Francesa” expresa:
“Laclos muy hábilmente hace como si mostrando los vicios de sus contemporáneos les estimulara a ejercitar la virtud”
La obra que conserva un tono amoral a través de toda la novela, se “redime” al final. Valmont que se ha enamorado por primera vez y realmente, del objeto de su treta, La presidenta de Tourvel, sabiéndola destruida, antes de morir en el duelo contra el caballero de Danceny, le hace prometerle que le dirá que la ama y le entrega las cartas que le escribió la Marquesa de Merteuil, haciendo justicia por primera vez. La Marquesa es entonces descubierta en todas sus manipulaciones y rechazada socialmente lo que se muestra cuando se le abuchea en la opera. Así que el final de la novela es un final moralista donde se da una lección y los personajes perversos son “castigados”.
Hay muchos análisis que se pueden hacer de esta obra revolucionaria. Se muestra en ella como la nobleza descarada y ociosa, llena de superfluos lujos como vestidos impresionantes,  sirvientes, palacios, comidas. Cuando el pueblo se moría de hambre y tenía que pagar altos impuestos para mantenerlos. 
El Vizconde es un déspota que tiene asegurada la fortuna con la herencia de su tía, Madame de Rosmonde. Tiene una reputación de libertino de la que se ufana, cuando se preocupa por el pueblo es en una ocasión para aparentar ante Madame de Tourvel una gran bondad y seducirla.
La Marquesa de Merteuil representa un caso muy singular, todo lo que hace y dice en sus cartas es una manipulación premeditada para obtener un resultado satisfactorio para si misma. Pierre Choderlos a través de ella le da un tratamiento excepcional al personaje femenino que hasta entonces no se había visto en la Literatura. José Luis Sebastian López en su articulo “Felicidad y Erotismo de la Literatura Francesa” expresa que la Marquesa representa “El Don Juan femenino”, este rol nunca se le había dado a las mujeres, usualmente podían hacer el papel de virtuosas corrompibles en las novelas libertinas del sigo XVIII, pero nunca de corruptas, calculadoras y con multiplicidad de amantes que ella misma escoge y maneja. En una carta que le escribe a Valmont, La marquesa de Merteuil le revela que por el hecho de ser mujer, debe ella esmerarse para no ser dominada y fingir para no ser devorada. Este es un punto feminista que se anota Chordelos a su favor y que ubica a su obra en el punto de novela moderna aunque haya sido escrita en aquella época. 
Otro punto que toca Pierre Chorderlos con respecto a la mujer es la crítica que se le da a la forma de educar a las jóvenes en la época, donde se les encerraba en un convento hasta la edad de casarlas sin darles una educación social o prepararlas para la vida, lo que las hacia blanco fácil de estos nobles. Esto lo vemos claramente en la figura de Cecile Volanges que se expresa a través de su correspondencia con su amiga Sophie Carnay. Cecilia representa a una joven pura, educada en un convento y destinada a el matrimonio de Geocurt que es el antiguo amante de la marquesa y que esta, por venganza utiliza a Valmont para quitarle la virtud y corromperla para que Geocurt sea blanco de burlas al momento de su enlace.
        No  nos queda claro que La Marquesa de Merteuile realmente amara a Valmont como se sugiere durante toda la obra porque al final revela su aventura con Cecile al caballero Danceny para que este intente acabar con su vida.. y cuando este lo logra entonces llora. Con esto el autor logra un personaje lleno de confusiones que se asemeja a personajes reales, saliéndose del molde impuesto por otros novelistas, con su originalidad y sus recursos novelísticos puede mantenerse en nuestra época con plena actualidad. 
       Para acabar la reseña citare la sinopsis que se da en el catálogo de editores Tusquet sobre la novela que es retratada por Andre Malraux (1939, político, novelista y pensador Frances) como el relato de una intriga, si por intriga se entiende la posibilidad de influir sobre los hombres usando sus pasiones o sus debilidades. En la novela se presenta en todo momentos el juego de la seducción, el deseo y la vanidad.  
Veamos : Valmont quiere acostarse con la marquesa, que ya no quiere acostarse con él. Quiere acostarse con la presidenta Tourvel, que no quiere hacerlo. Se acuesta con Cecilia, que en realidad quiere acostarse con Danceny. Cuando la marquesa se acuesta con Prévan lo hace con la obstinada intención de expulsarle. En toda esa ya célebre apología del placer, ni una sola pareja se mete una sola vez en la cama sin una idea preconcebida en la mente. Y esta idea es, casi siempre, la coacción, coacción que ya no es fuerza, sino —y en ello radica su grandeza— persuasión, cuyo utensilio más refinado es, naturalmente, la mentira”  Editores Tusquet
 
 
Nery Santos Gómez

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