Nery Santos Gómez 

Los personajes de Belaval al rescate de la identidad puertorriqueña

 

Emilio Belaval (1903-1973) utilizando su afición a las letras y sus estudios de derecho (que le ganaron importantes cargos como Juez asociado del tribunal supremo y secretario del comité Hayes donde investigo la masacre de Ponce), se dio a la tarea de abrir conciencia sobre la identidad del pueblo puertorriqueño sometido a la colonización estadounidense. Los personajes de sus cuentos reflejan la realidad social, rescatando tradiciones, costumbres y valores. Belaval participó activamente dentro del mundo cultural de la isla. Fue presidente del Ateneo, y miembro de la academia de la lengua española entre muchos otros cargos.

A través de 10 cuentos y con un título un tanto irónico dado el contenido del compendio, Belaval nos muestra una realidad cruda, violenta y supersticiosa. El autor utiliza los diálogos para mostrarnos la jerga criolla de la época. Un elemento común que encuentro en casi todas las historias es la venganza como elemento motivador de las acciones y los dramas.

En “Un desagravio al cabrón del barrio Juan Domingo”, la supuesta victima es Anselmo Maldonado, enfermo por la perdida de una costilla, muere cargando sobre su alma el pecado de la infidelidad que su esposa ha cometido con el. Dije la supuesta víctima pues en el cuento se expondrán otros personajes como verdaderas víctimas. La primera es la esposa infiel, Toña, quien es obligada a confesar su crimen frente de todo el pueblo durante el velorio y a recibir golpes y humillaciones por parte de su amante Manuelon.

La vidente del pueblo, La Isabelona es la que lleva el poder en este cuento, se hace lo que ella dice ya que se le considera una experta en estas materias, llegando incluso al asesinato por mandato de ella. Isabelona con la excusa de que es el difunto quien le ordena. Ella es el juez que dispone quien vive, quien sufre y quien muere apoyada por el pueblo quien le da poder. La otra víctima es Manuelon quien de agraviador se convirtió en agraviado y termina a manos del machete de Juaniquín.

El siguiente cuento, según mi punto de vista es una denuncia velada hacia los dueños de los Ingenios que eran los americanos que utilizaban al pueblo a su voluntad y desalojaban de sus casas a los campesinos si de alguna forma obstruían sus fines económicos. En la “La viuda del manto prieto”, Flor Colón, un campesino fuerte y con liderazgo (el guapo del pueblo) es contratado por los dueños del ingenio para influenciar sobre los campesinos. Le toca convencer a la viuda que se rumora es ya un cadáver de irse de su ranchito y abandonar este mundo. La historia de la viuda es conmovedora y es también una denuncia. Se casa muy joven y enamorada con un marido dueño de unas tierras que pierden por consecuencia de perder cosechas y crías luego de haber trabajado mucho en ellas, hasta perder su belleza y su juventud. El capataz de la finca donde debe trabajar el hombre lo mata. Al escuchar esta historia, Flor Colón entiende que vengando a la mujer desaparecerá su embrujo y quema el cañaveral con el rancho de la viuda adentro.

La Candelaria de Juan Candelario. Este es un cuento crudo e impresionante, reflejo de la realidad del campesino y que aun hoy en día puede aplicarse a los intereses usureros que cobran los bancos y los impuestos. Juan Candelario cuenta solo con el amor de su jíbara y junto a ella come mal y trabaja encorvado de sol a sol. El personaje de Teodorito Valdepie, dueño de la pulpería que era la cubierta de un negocio de usura donde se iba despojando a los jíbaros de sus tierras en base a prestamos impagables por sus altos intereses. Juan Candelario aconsejado por un vecino que hizo lo mismo, se corto tres dedos y una falange para obtener el dinero para pagar su deuda y no perder la finca, pero el hecho de saberse marioneta de una injusticia levanta en una depresión que solo vencerá con la venganza el día de la candelaria quemando la tienda de su usurero con el adentro.

“Peón sin rancho, machete sin zafra es el mejor turista que tiene nuestra tierra” pg. 48 del cuento “Tormenta platanera” cuenta la triste vida de un jibaro, Isabello Carrillo, que nació con la miseria pisándole los talones y que no lo abandono nunca. Cuatro ranchos construyo y cuantío desahucios tuvo, el último fue por una tormenta platanera (especie de huracán de poca fuerza pero que destruye) lo que lo dejó sin esperanzas y como ejemplo del mejor turista de esta tierra. En varias ocasiones durante el cuento el narrador compara la tormenta platanera con la muerte y con la miseria.

Monsona Quintana en el cuento El niño Morado representa a la madre jíbara, sufrida que da todo por sus hijos. Que padece la miseria y el hambre. Monsona tiene diecisiete hijos y paré este último sin siquiera molestar al padre. El niño enfermizo muere. Se expone en el cuento el elemento religioso cuando se expresa que la madre tiene una mirada blasfema, y que sus rezos no son escuchados. “con la fe maltratada por un cielo inescrutable hasta donde, a veces no llega el rezo de una jíbara” y cuando los niños que siguen el entierro no se atreven a mirar al cielo. Al final del cuento vuelve a justificarse el título del libro cuando el narrador anuncia que ve el entierro del niño morado mientras paseaba unos turistas.

Quirincho Morales protagonista del cuento “Capataz buena persona, montado en caballo blanco” el alma mansa, paciente, doblegada del cortador de caña, del peón al que se compara en el cuento con los antiguos esclavos. En la página 45 del cuento dice “con la misma rabia con que en el pasado husmeaba el pasito del negro cimarrón”. Quirincho Morales se deja abusar, deja que abusen de su mujer, roba por su capataz a quien considera como un Dios en su caballo blanco para al final apuñalearlo con su rabia acumulada por generaciones. El capataz representa al hombre con poder que envestido en la figura del socialismo y la igualdad, abusa y roba peor que los capataces de antes.

Gume Pacheco, el místico curandero en “Santigua del santiguero”. Un ermitaño que salva, pero no puede salvar a este enfermo que resulta achacado de una nueva enfermedad, el hambre.

“Mantengo” es la historia de Chiche Malpica, el primer caso de mantengo en Puerto Rico. Cuando Chiche por su debilidad pierde las ganas de trabajar y se tira a morir de hambre regalando sus tierras a los compadres. Cuando el doctor que ha ido a ver al moribundo Chiche, se tropieza con “el caso típico de una epidemia misteriosa que hace estragos en algunas zonas de Puerto Rico, la miseria” Pg. 87. La central con sus abogados considera que este hombre resuelto a dejar de trabajar y morir es la última modalidad de lucha social otorgándole tarjetas de alimentos y construyéndole una casa. Chiche muere de apoplejía, gordo y mantenido.

“María Teresa monta en calesa” es la historia de la prostitución urbana salida de la pobreza del campo. La blusa marrón, las ropas de colores y la bata china son símbolos durante la historia para mostrar la perdición de la joven que busca un mejor futuro, la tentación de comprarse una bata japonesa bordada. Los personajes masculinos, Felipe Medina el cochero es el comerciante de mujeres que la tienta a venderse: “La fortuna la tienes tu amarrada a la cintura para cuando haga falta”. Don Ramón es el mayordomo que la utiliza pero no le da lo que María Teresa necesita y Don Diego que representa la tentación y el mercantilismo y no es casualidad que sea un americano. Durante el cuento en dos ocasiones se menciona el fomento del turismo que justifica el título, en la página número 96, “aun no habíamos decidido fomentar el turismo en esta tierra” cuando aun María Teresa no se decide a venderse y luego en la página 106 cuando ya se vende: “se ponía el diente de oro para ofrecerse a la marinería ambulante y las posibilidades turísticas”.

El último cuento, “Conversión espiritual de la maestrita rural Isabelita Pirinpin” vemos como la maestra se va convirtiendo de una joven recién graduada y con entusiasmo de impartir lo que se le ha enseñado a la realidad que viven sus alumnos jibaritos envueltos en miseria y pobreza. Es notable cuando les enseña sobre la canasta alimentaria balanceada a los hambrientos niños para aprender que no comen sino café para desayunar y con suerte una comida al día. Es muy interesante como ella tiene la obligación de enseñar el ingles y la cultura norteamericana cuando los niños no tienen ningún interés en aprenderlo. Isabelita la maestra en su primer día les dice a los niños: “Niños yo he venido aquí a enseñarles como se puede llegar a ser un buen ciudadano Americano”. Y les muestra una utopia sobre ese país grande. Los niños terminan enseñándoles más a ella hasta absorberla a su realidad. Es un cuento importante para la critica educativa de imposición de cultura.

 

 

 

 


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